Artist & Organizer merging creative expression critical thought and self ♫ proposing participatory experimental experiences video/sound
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2019
Utopian | Mapping
Video performance for the camera/computer
Maria Bilbao·Herrera
“Utopian Mapping”, 2019
6´39”
Me gusta acercarme a mi ciudad desde la posición de explorador, de transfronterizo, de radicante. Desde esta posición puedo mostrar respeto por los frágiles límites del “otro”, acercándome a lo intocable e impredecible sin querer capturarlo.
La palabra tacto viene de “Tocar”, pero a primera vista el concepto parece haber invertido su significado y llegar a significar una distancia, un respeto, un desplazamiento del contacto fuera del dominio de lo físico y hacia el dominio de lo subjetivo. Podemos tocar con nuestros ojos? Pregunta Derrida. Tacto para Derrida es “Una sensación de saber tocar sin tocar, sin tocar demasiado donde tocar ya es demasiado”. El tacto esta conectado al arte de medir aquello que no se puede medir, acercarme con tacto a las imágenes que comparto de mi ciudad e invitar a “tocar” las imágenes que creamos es para mi una elección deliberada de no violar aún más lo que la historia ha violado. Para mi esta decisión me permite tocar sin alterar, jugar en la zona borde sin cruzarla, explorar los matices de la ambivalencia. El tacto apunta a lo intocable, pero también nos ruega que no olvidemos el efecto del tacto, que no nos precipitemos hacia lo virtual o que trascendamos. A partir del tacto se afectan las concepciones de espacio, tiempo, lenguaje y narrativa. El tacto lleva tiempo, introduce una nueva temporalidad que deliberadamente no esta sincronizada con el ritmo de la cultura de los medios contemporáneos y la instantaneidad digital. Se relanza la comunicación y habitamos espacios de conversación no significantes y no simbólicos, en los intersticios del lenguaje visual.
Esta pieza muestra lo intocable e impredecible, la imagen que solo puede entrar al espacio personal si uno genera espacios para ellos. Es en ese espacio en el que no se escribe nada, “ El espacio no icónico”, donde el viento de lo inesperado puede mover los bordes de las imágenes estáticas que hemos generado. Al tocar la imagen que voy generando, no estoy violando sus límites, sino insinuando sus potencialidades, invitando que esos espacios intocables que la rodean se muestren sin mi intención. Sin instrumentalizarla por una verdad superior: sólo para detenerme en el misterio de la mediación discreta que tiene lugar entre el respeto y el asombro. Tal vez este ejercicio no ayude a restaurar mi ciudad perdida, pero la muestra como un rastro, como un acento extranjero, logrando un cifrado de la perdida en una obra. Es un intento de revelar la psique latente de mi ciudad sin poseerla. Distanciarme y hacerme extraño, aplazar el desenlace, experimentarla de nuevo, tal operación sugiere una ralentización de la acción de fotografiar en aras del juego y el asombro, acercamientos que invitan a abrir otras dimensiones y universos paralelos que existen uno junto al otro.
En un lugar donde hablar de utopia es imposible me permito tocar físicamente y con “tacto” un concepto imposible, para repensar mi práctica estética, abriendo los espacios deshabitados del lenguaje, para de una manera discreta evitar tanto el sensacionalismo mediático como la nostalgia por un país que ya no es, sino por la larga duración de los sueños de escape hacia paisajes sin propaganda ni publicidad, aquellos espacios que aún están por fotografiar.
Caracas.- 29 Abril 2019
Maria Bilbao·Herrera
Referencias: Transitland Edited by Edit András. Budapest 2009